viernes, 3 de junio de 2011

sábado, 2 de abril de 2011

 Inmortalidad.

 Curioso. 
 Puede que uno de los hechos más curiosos e irónicos de los humanos sea que, aunque somos seres atados a lo terrenal, buscamos constantemente aquello intangible, espiritual, ideal. 
 Puede que en realidad seamos nada más que ideas atrapadas en una vasija de carne y hueso. Pero puede también que seamos hueso y carne que se evolucionó en ideas. 

 Pensemos hoy sobre nuestra vida. ¿Podemos ser inmortales?
 Algunos dirán que sí. Otros puede que digan que no. Yo digo que podemos serlo.
 Pensamos, ¿verdad? Entonces podemos ser inmortales. Claramente desde el punto de vista biológico por ahora no. Pero sí de otras formas mucho más entretenidas. 

 Inmortales son aquellos que, luego de desaparecer, hacen que todo encaje. Los que luego de morir, son visibles gracias a sus creaciones.
 Inmortales son aquellos que crean una idea y se funden con ella.

 Podemos definir a dos inmortales. Uno de ellos es aquel que luego de vivir, deja un pensamiento en el que graba su nombre. Mientras el pensamiento exista, el no será olvidado y vivirá por siempre.
 Pero hay un inmortal mucho más poderoso, aunque más sutil. Es aquel que se transforma en una idea. Es un inmortal sin rostro, pero un inmortal de todas formas. 
 De muy pocos revolucionarios en realidad conocemos el nombre. De muy pocos pensadores registros verdaderos quedan. Pero, las acciones que desencadenaron los transformaron en ideas. 
 Ellos siguen existiendo; y pierden su verdadero rostro, pero este es reemplazado por uno nuevo, un rostro que no tiene comparación con uno físico, pues las células de deterioran, y terminan cayendo ante el ciclo vital. 

 Rostros como la Verdad, la Libertad y la Justicia son eternos. 

 ¿Han muerto entonces?
  No.
 La inmortalidad nace no cuando uno evade a la muerte. Surge cuando uno la acepta, y así la vence. 
 Cuando esto se logra, uno no tiene más a lo que temer, y crea hazañas increíbles que se transforman en piedras angulares de una idea. El ser se transmuta en ello, y permanece por siempre en el núcleo de nuestra sociedad, nuestra vida y nuestra mente. 

 Ni siquiera el tiempo es enemigo a un concepto. 

 The Pocketer

jueves, 3 de marzo de 2011

 El mundo necesita más filósofos y menos planchas.

 No me gusta, definitivamente no me agrada, que la gente hable de que la filosofía no sirve para nada; que con drogarse o estar en un estado de inconsciencia son capaces de superar a Hegel, a Sócrates o a cualquier otro. Cualquiera que diga eso definitivamente no entiende qué es la filosofía, no entiende su valor, ni para qué sirve. 
 La filosofía es la clave al entendimiento; es el factor que nos enseña a pensar, o en caso de ya haber alcanzado esa capacidad, a ver todavía más allá. sin ella no habríamos llegado tan lejos como humanos, es el principio del conocimiento. Con ella hemos logrado pensar y crear sociedades tan vivas y diversas. La ética, moral, y otras ramas han ayudado más de lo que uno puede ver


 Como adolescente me veo rodeado constantemente de sujetos criticando algo que no entienden y ni se molestan en experimentar. Todos en algún momento filosofan aunque no lo crean. Es claro. 
 El problema es que no son capaces de ver la importancia de ello. 
 La forma que tienen de comportarse parece alejarlos del mundo culto, arrastrándolos a una forma de ser que se abstiene del mundo del conocimiento y del pensamiento. Se transforman en criaturas básicas, que no buscan respuestas.


 El fin de un filósofo es preguntar y buscar respuestas. No siempre encontrarlas, pero si cuestionarse infinitamente. Lo que hacen es abrir puertas, ya que el conocimiento nunca llega al instante. Aun así, parten siempre en búsquedas y travesías de gran calibre para poder entender, o a veces simplemente en paseos cortos. 
 Sea cual sea, en el camino se aprende un montón de cosas. 
 La mayoría son capaces, luego, de poder entender mejor y buscan una sociedad más igualitaria, más democrática, más humana, más expresiva. 


 Nuestra sociedad en particular se ve ahora abarrotada de individuos que por portar una gorra se creen Dios; que por insultar, atacar y alejarse de aquellos que piensan son originales y únicos. 
 Terminan siendo manipulados por actitudes que no reflejan quiénes son y los hace una masa uniforme.
 La filosofía, al igual que el arte, pretende sacar de su cascarón a los polluelos y hacerles crecer las alas del pensamiento.

 Pensar evita que seas controlado, que te arraigues en dogmas y que puedas vivir como desees ser. 
 La ética y la moral nos hacen mejores humanos.


 Eso es ser diferente, eso es ser único; porque las ideas, muestran quiénes somos.


 The pocketer.

martes, 1 de marzo de 2011

 Educación.

 Vivimos en un mundo que está a favor de la libertad de expresión. Al menos la gran parte de la población lo está, ya que algunos la consideran el punto de partida para la destrucción de las pocas normas que mantienen a la sociedad estable
 En mi lugar, la veo como un factor que permite que podamos intercambiar ideas y avancemos, impulsando nuevos artistas y pensadores. Ha ayudado a levantar nombres de gran categoría que han traído no solo nuevas ideas, si no que han revolucionado el ambiente en el cual existen, llegando incluso a ayudar en el desarrollo de otras áreas. 
 Sí, porque todo está conectado.
 Un ejemplo claro es Lady Gaga. Esta artista ha generado en la música, sus adyacentes y compañeros una gran revolución, y le ha dado a la gente un nuevo tipo de visión. Basándose en letras pegadizas, que pueden relatar un asunto aleatorio y mostrando significados ocultos en sus videos, se ha transformado en un icono mundial para muchos y, ante eso, ha inspirado a otros. 
 Aun así, cabe aclarar que la mayoría de sus seguidores no comprenden la totalidad de su trabajo, ya que para hacerlo, requiere una gran cuota de conocimientos. 


 Todo esto es bueno hasta ese punto. Hasta aquí la libertad de expresión nos ayuda a ver nuevos elementos y a explorar más allá de nuestros propios pensamientos, a veces hasta nos ayuda a abrirnos a otras formas de pensar y de ser.
 Pero (y sin un pero nadie es feliz), hay personas que usan el derecho a expresarse como si fuera un juguete. Simplemente lo toman como excusa para hacer lo que quieren o dañar a otros incansablemente. No solo usan la libre expresión, si no que sus propios derechos para oponerse a los derechos de los demás. 
 "Los derechos de uno terminan donde empiezan los de los demás". ¿Quién no ha escuchado esto?
 Una gran mayoría. La que tampoco entiende los videos de Germanotta. 

Para poder aplicar algo, es necesario entenderlo primero. Es así que la gran mayoría entiende la libre expresión como "puedo hacer lo que quiera porque estoy amparado por mis derechos". 
 El problema es que existen más derechos, y al lado de estos, obligaciones. 


 ¿Pero cómo van a saber si nadie les enseña?


 Es más, ¿Cómo van a querer saber si se les muestra que no es necesario para vivir?

The pocketer.

lunes, 28 de febrero de 2011

Evolución, amor y pensamiento.


La cosa es así: 
 Creo rotundamente que hay constantes evoluciones. A lo largo de la historia han ocurrido diversos cambios. Incluso antes de que nosotros pudiéramos pensar. 
 La base de lo que conocemos es la materia y al energía. Es el punto de partida de la existencia. Es nuestro punto de partida, al menos por ahora. 
 Luego, en un momento, por diversos motivos se originó, del seno de este conjunto, la vida. Es el segundo paso evolutivo. La materia se encuentra de tal forma que adquiere propiedades únicas. Una célula, dos, tres, miles, millones. Así nacen plantas, insectos y animales; y entre estos, surge un nuevo punto de evolución. El humano. 
 Cabe aclarar que el proceso no lleva dos minutos. Si no una vasta cantidad de tiempo.
¿Qué diferencia a los humanos de otros animales? ¿Qué es lo que hace que no sea igual que una planta llegado este punto?
 Es su factor evolutivo.
 Si en un momento agrupamos a la montaña dentro de lo puramente físico y a un árbol dentro de la vida, así como a los perros; el humano va en un nuevo grupo, el razonamiento.
 Claramente los animales son inteligentes, pero no poseen la capacidad de razonamiento, hasta ahora, parece ser propia del humano. ¿Pero por qué es tan especial?
 Miren a su alrededor y la respuesta es clara. 
 Además de esto, el hecho de razonar abre las puertas al entendimiento, la palabra y de más. Claramente es diferenciable del resto. 
  
 Ahora fijémonos en el humano y en sus capacidades. Es el último punto que hemos visto de la evolución, y uno que está en constante desarrollo. No tanto en uno físico o vital, si no en el que lo diferencia, el pensamiento. Desde que hemos sido capaces de pensar hemos fundado una gran variedad de elementos, entre ellos uno fundamental, la palabra. Con ella hemos sido capaces de expresar ideas y de mostrar qué es lo que experimentamos en el ambiente. Ha abierto nuestra capacidad de pensar y la ha llevado a otro extremo.
 Así hemos evolucionado hasta crear leyes y entender el mundo que nos rodea, el universo, mucho más que antes.
 Así es como seguimos y somos capaces de expresar sentimientos.
 Uno de los más importantes es el amor.
 Es un factor que une a los diversos seres que coexisten en el planeta.
 Es un tema muy amplio, pero me urge la necesidad de expresar ciertos puntos que pensé cuando escribía en mi mente sobre la evolución.
 Cuando algo evoluciona, también lo hace lo que está relacionado a eso, generalmente es así. Vivimos en un mundo que posee pocas cosas estáticas. A eso le llamamos leyes. Las ideas, por otro lado, siempre están en movimiento, y es por eso que las sociedades siempre cambian. Debido a eso es también que entendemos más y avanzamos hacia adelante, aunque siempre encontramos obstáculos.
 El amor no sale de esto. Me voy a centrar ahora en el amor que puede haber entre dos personas que deciden ser el uno para el otro. Llámenle amor de pareja, novios, amantes o como deseen sus cerebros.
 En un comienzo, el amor fue delimitado entre correcto e incorrecto basándose en el físico y el la vida. Dos humanos que podían generar vida entre ellos eran marcados como una pareja correcta, es decir, hombre y mujer. Obviamente hubo excepciones, pero esta fue la que marcó gran presencia en el mundo y que muchos aún conservan todavía. 
 Es un amor basado en lo conveniente, pero que no se preocupa por el concepto mismo.
 Ahora, este tiene un contrincante. Un amor que se basa en su propio concepto y que no mira más que a sí mismo. 
 El amor es amor. En eso se basa. 
 Cada uno de ustedes puede tener una definición de amor propia. Pero siempre hay elementos comunes, como la relación entre los sujetos, es algo inexplicable para la mayoría, pero es un vínculo fuerte.
 Antes delimitado por el cuerpo, ahora regresa evitando cualquier elemento físico. Es decir, si el vínculo existe, es amor. No importa si son iguales o diferentes. 
 El amor que antes estaba basado en el cuerpo, en el físico; ha logrado evolucionar, así como el hombre pasa de simplemente un ser sensible e inteligente a un ser pensante, el amor traspasa niveles. 
 Los conceptos humanos evolucionan. Son un gran río, así como expusiera Hegel.
 Es así como debemos hacerlo también, ya que nosotros somos los que nos movemos por el río, nuestras ideas son el río.
 Hay que basarse en el pasado para comprender el presente, pero aquel que no es capaz de entender que el humano ya no es solo un cuerpo no logra evolucionar al futuro.

 The pocketer.