jueves, 3 de marzo de 2011

 El mundo necesita más filósofos y menos planchas.

 No me gusta, definitivamente no me agrada, que la gente hable de que la filosofía no sirve para nada; que con drogarse o estar en un estado de inconsciencia son capaces de superar a Hegel, a Sócrates o a cualquier otro. Cualquiera que diga eso definitivamente no entiende qué es la filosofía, no entiende su valor, ni para qué sirve. 
 La filosofía es la clave al entendimiento; es el factor que nos enseña a pensar, o en caso de ya haber alcanzado esa capacidad, a ver todavía más allá. sin ella no habríamos llegado tan lejos como humanos, es el principio del conocimiento. Con ella hemos logrado pensar y crear sociedades tan vivas y diversas. La ética, moral, y otras ramas han ayudado más de lo que uno puede ver


 Como adolescente me veo rodeado constantemente de sujetos criticando algo que no entienden y ni se molestan en experimentar. Todos en algún momento filosofan aunque no lo crean. Es claro. 
 El problema es que no son capaces de ver la importancia de ello. 
 La forma que tienen de comportarse parece alejarlos del mundo culto, arrastrándolos a una forma de ser que se abstiene del mundo del conocimiento y del pensamiento. Se transforman en criaturas básicas, que no buscan respuestas.


 El fin de un filósofo es preguntar y buscar respuestas. No siempre encontrarlas, pero si cuestionarse infinitamente. Lo que hacen es abrir puertas, ya que el conocimiento nunca llega al instante. Aun así, parten siempre en búsquedas y travesías de gran calibre para poder entender, o a veces simplemente en paseos cortos. 
 Sea cual sea, en el camino se aprende un montón de cosas. 
 La mayoría son capaces, luego, de poder entender mejor y buscan una sociedad más igualitaria, más democrática, más humana, más expresiva. 


 Nuestra sociedad en particular se ve ahora abarrotada de individuos que por portar una gorra se creen Dios; que por insultar, atacar y alejarse de aquellos que piensan son originales y únicos. 
 Terminan siendo manipulados por actitudes que no reflejan quiénes son y los hace una masa uniforme.
 La filosofía, al igual que el arte, pretende sacar de su cascarón a los polluelos y hacerles crecer las alas del pensamiento.

 Pensar evita que seas controlado, que te arraigues en dogmas y que puedas vivir como desees ser. 
 La ética y la moral nos hacen mejores humanos.


 Eso es ser diferente, eso es ser único; porque las ideas, muestran quiénes somos.


 The pocketer.

martes, 1 de marzo de 2011

 Educación.

 Vivimos en un mundo que está a favor de la libertad de expresión. Al menos la gran parte de la población lo está, ya que algunos la consideran el punto de partida para la destrucción de las pocas normas que mantienen a la sociedad estable
 En mi lugar, la veo como un factor que permite que podamos intercambiar ideas y avancemos, impulsando nuevos artistas y pensadores. Ha ayudado a levantar nombres de gran categoría que han traído no solo nuevas ideas, si no que han revolucionado el ambiente en el cual existen, llegando incluso a ayudar en el desarrollo de otras áreas. 
 Sí, porque todo está conectado.
 Un ejemplo claro es Lady Gaga. Esta artista ha generado en la música, sus adyacentes y compañeros una gran revolución, y le ha dado a la gente un nuevo tipo de visión. Basándose en letras pegadizas, que pueden relatar un asunto aleatorio y mostrando significados ocultos en sus videos, se ha transformado en un icono mundial para muchos y, ante eso, ha inspirado a otros. 
 Aun así, cabe aclarar que la mayoría de sus seguidores no comprenden la totalidad de su trabajo, ya que para hacerlo, requiere una gran cuota de conocimientos. 


 Todo esto es bueno hasta ese punto. Hasta aquí la libertad de expresión nos ayuda a ver nuevos elementos y a explorar más allá de nuestros propios pensamientos, a veces hasta nos ayuda a abrirnos a otras formas de pensar y de ser.
 Pero (y sin un pero nadie es feliz), hay personas que usan el derecho a expresarse como si fuera un juguete. Simplemente lo toman como excusa para hacer lo que quieren o dañar a otros incansablemente. No solo usan la libre expresión, si no que sus propios derechos para oponerse a los derechos de los demás. 
 "Los derechos de uno terminan donde empiezan los de los demás". ¿Quién no ha escuchado esto?
 Una gran mayoría. La que tampoco entiende los videos de Germanotta. 

Para poder aplicar algo, es necesario entenderlo primero. Es así que la gran mayoría entiende la libre expresión como "puedo hacer lo que quiera porque estoy amparado por mis derechos". 
 El problema es que existen más derechos, y al lado de estos, obligaciones. 


 ¿Pero cómo van a saber si nadie les enseña?


 Es más, ¿Cómo van a querer saber si se les muestra que no es necesario para vivir?

The pocketer.